¿Cuántas veces te has despertado nervioso, asustado y con un nudo en la garganta después de tener un mal sueño? Las pesadillas son en ocasiones tan reales que uno puede llegar a creer que realmente estaba viviendo esa situación angustiante y terrorífica.
Lo más usual es que cuando contamos que tuvimos una pesadilla, las personas tiendan minimizar la situación para tranquilizarnos. Seguramente nos encontremos con frases como «fue solo un sueño feo» o «tranquilo, no es real», pero realmente a nadie le consuela esos comentarios. Es por ello que en esta ocasión hemos preparado un artículo para hablar exclusivamente de las pesadillas, ya que para poder evitarlas, es indispensable que conozcamos su origen.
¿Qué son?
Las pesadillas son alteraciones del sueño que no nos permiten descansar correctamente y la mayoría de las veces nos perturban, porque el contenido del sueño es bastante bizarro y no le hallamos fácilmente una explicación.
Es importante destacar que todos podemos tener sueños terroríficos, y ¡es lo más normal del mundo que las tengamos de vez en cuando! Estudios comprueban que 1 de cada 20 adultos tienen pesadillas cada tanto, así que no te sientas mal por ello.
¿Cómo se producen?
Las pesadillas aparecen durante la denominada fase REM del sueño, que ocurre durante la segunda mitad de la noche. Ya hemos hablado anteriormente acerca de los sueños, y la forma en las que se producen las pesadillas es exactamente la misma que como se produce cualquier otro sueño, siendo su única diferencia el contenido. Cabe destacar también que estas experiencias pueden generarnos malestar no solo durante el ciclo del sueño, sino también cuando ya estamos en estado de vigilia.
En estos sueños, el contenido suele estar relacionado con situaciones adversas, donde estamos en riesgo de muerte y necesitamos sobrevivir, y en general la vivencia se experimenta como real y desagradable, provocando un miedo subjetivo.
Algunos ejemplos de pesadillas pueden ser soñar que alguien nos está persiguiendo e intentamos escapar corriendo con todas nuestras fuerzas, soñar que nos persiguen para matarnos, o incluso estos tiempos de pandemia, tener pesadillas en cuarentena no es para nada descabellado.
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¿Por qué se producen?
Las causas de las pesadillas pueden ser muchas, y varían según la etapa de la vida que estamos atravesando, pero la causa suele estar vinculada a temores o traumas que yacen en nuestro inconsciente en la mayoría de los casos.
Pesadillas en niños
Los niños suelen ser quienes más experimentan estos episodios. La razón detrás de esto es que los niños no poseen aún las herramientas suficientes para enfrentar algunos problemas de la vida, por lo cuál el inconsciente manifiesta ese estrés por medio de pesadillas y sueños terroríficos.
Las pesadillas en los niños pueden tener distintos orígenes. Por ejemplo, las pesadillas en niños pueden surgir como consecuencia de una película de terror, una serie de televisión o por haber vivido algún hecho traumático. Según la edad que tenga el niño, podrá recordar lo que soñó y podrá contarlo a un adulto. Por eso mientras, más grande sea, mejor podrá describir los elementos del sueño y más sencillo será tratarlo.
Las pesadillas son comunes en niños de entre 3 y 6 años principalmente. En esas edades, la mente del niño aún no ha desarrollado todas las herramientas que le permitirán desenvolverse cuando sean adultos, y por eso las pesadillas pueden ser frecuentes. Estos episodios empiezan a volverse menos frecuentes en niños de 6 a 12 años de edad, donde los terrores nocturnos empiezan a ganar terreno.
En cualquier caso, a pesar de que en los niños sean comunes los episodios de pesadillas, estas suceden por algo y no hay que desestimarlos nunca, especialmente si suceden de forma recurrente.
Pesadillas en adultos
En el caso de los adultos, los desencadenantes de las pesadillas pueden ser tantos como personas en el mundo. Si bien algunas investigaciones han demostrado que una persona ansiosa o depresiva es más proclive a tener pesadillas que alguien que no lo es, tener pesadillas de vez en cuando es normal, y puede tratarse de algo totalmente circunstancial.
La mayoría de los adultos estamos sometidos a una variedad factores estresores. Cuando tenemos una entrevista de trabajo, al rendir un examen, cuando conocemos a los padres de nuestra pareja. Cualquier situación estresante puede provocarnos una pesadilla.
En relación al contenido del sueño, el mismo puede variar según la persona, y por ello la importancia de la subjetividad. Las experiencias personales al intentar encontrar el significado del sueño y descubrir el origen de las pesadillas, son vitales para hallar la forma de tratar esos temores y trabajar para erradicarlos.
Tipos de pesadillas más comunes
Como ya dijimos, las pesadillas pueden ser de muchos tipos, ya que no todos compartimos los mismos temores. Sin embargo el sitio Woman and Home con las diez pesadillas más comunes:
- Soñar que alguien nos persigue
- Soñar con estar atrapado
- Vernos caer en un sueño
- Soñar que tu pareja te engaña
- Soñar con llegar tarde
- Ver que se te caen los dientes
- Soñar con estar desnudo en público
- Soñar con lastimarnos
- Ahogarse en un sueño
- Soñar que se nos inunda la casa
Trastorno de pesadillas
Si llegaste hasta acá, posiblemente fue porque te preguntabas «¿por qué tengo pesadillas constantes?». Tener sueños de este estilo cada vez que nos acostamos impide el buen descanso, y cuando este fenómeno se vuelve frecuente, se convierte en un trastornos del sueño.
Cuando esto sucede, es prioridad tratarlo. Las pesadillas no se vuelven recurrentes porque sí, sino porque algo nos sucede. Nunca debes olvidar que un mal descanso afecta nuestro humor y rendimiento diario, lo que repercute directamente en tu ámbito social, familiar y laboral.
Además de las pesadillas, otro trastorno del sueño muy común es el insomnio. Pero no le dedicaré tiempo ahora, porque ya hay un artículo específico. Si te interesa leer más sobre el insomnio, puedes pinchar aquí.
Tratamientos contra las pesadillas
Las sueños son expresiones de nuestro subconsciente, que yacen allí por algún motivo. Por eso mismo, el mejor y único tratamiento contra las pesadillas, es la terapia.
Como comentamos anteriormente, en el caso de los niños puede ser difícil tratarlo, especialmente durante los primeros años. Lamentablemente no existe una fórmula mágica que nos permita evitar las pesadillas en los niños. Sin embargo, como padres, nunca está de más consultar con un profesional y erradicar todas las dudas que tengamos al respecto.
De igual modo, en el caso de los adultos, el remedio para las pesadillas es que asistas a terapia. ¿Por qué? Porque muchas veces tenemos «algo» que nos molesta y ni siquiera lo sabemos, pero se está manifestando en el inconsciente, a través del sueño.
Una pesadilla puede que algo nos esté perturbando, y es posible que ese pensamiento no nos abandone nunca si no lo tratamos con un especialista. Una latente separación, miedo a perder el trabajo, angustia de tener a un familiar enfermo o la incertidumbre del destino, son algunos ejemplos de cosas que pueden provocarnos un mal descansar.
Por último, debemos saber que así como algunos medicamentos nos pueden ayudar a conciliar el sueño, otros nos pueden boicotear el buen dormir. Sin embargo, el manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM) indica que el consumo de medicamentos no provoca pesadillas.
Muchas gracias por la info. Me sirvió mucho para entender mejor por que tengo pesadillas
Me alegra mucho haberte ayudado Betty. 🙂 Saludos!
Quiero saber porque me desperte con una gota fría en el labio